Puente de los Riveros podría ser perfectamente un chiringuito de una playa Andaluza bien concurrida, lo único que faltaría es un trozo de mar en vez de las piscinas naturales tan estupendas que se forman en la garganta de Chilla y algo de pescadito frito.
El restaurante forma parte de uno alojamientos rurales próximos, cuenta con un parking de pago (del Ayuntamiento de Candeleda) y las instalaciones son como decía las propias de un chiringuito, con puesto de helados incluido.
Al personal se le ve baqueteado por la ordas de veraneantes que acuden a las piscinas naturales que lindan con la terraza. Cuando fuimos era final de agosto entre semana y tarde y a pesar de la excelente temperatura sólo había un par de mesas aparte de la nuestra.
Para picar pedimos una ensalada mixta y un revuelvo de setas, ambos normalitos, y un solomillo plancha para compartir. Raciones adecuadas, la ensalada venía aliñada, hubo que pedir el aceite y vinagre para ajustarla a nuestro gusto, el solomillo con patatas congeladas, en dos filetes de buen tamaño, uno de ellas estaba mucho mejor que el otro, suponemos que eran de piezas distintas y una de ellas debía estar al límite de cámara.
No es barato pero no es caro, salimos a 25 € cabeza, con helados, café y bien de cervezas fresquitas (estupendas con su jarra helada).
Tras la comida, te levantas, das unos pasos y te das un chapuzón en las piscinas naturales que sabe a gloria. Recomendable, aunque cuidado con ir en hora punta que puede ser una experiencia un tanto estresante.